sábado, 12 de marzo de 2011

NORUEGA: EL MUNDO TROLL

Noruega es un país mágico y diferente a los paisajes que solemos ver. Sus fiordos, glaciares, carreteras llenas de sorpresas, te cautivan en cuanto pisas esa tierra por primera vez.
Mi viaje por Noruega comenzo por el suroeste, en la ciudad de Stavanger. Ciudad con muy buen ambiente para ir a tomar algo, preciosa con su lago en el centro su puerto y sus calles peatonales llenas de tiendas y de edificios blancos preciosos. Desde allí cogimos un ferry para cruzar el fiordo y así poder llegar con nuestro coche a Tau, desde donde tomamos la carretera rumbo a Preikestolen. Fue un dia muy intenso. El ascenso a la famosa Roca del Púlpito, no fue fácil, ya que es una ruta con un desnivel muy pronunciado, de unas 2 horas, cosa que se nos complicó, debido al mal tiempo. Subiendo empezo a llover, bajo la niebla y salio y viento muy fuerte,y aunque estuvimos a punto de no conseguirlo, sacamos un poco de fuerza y finalmente llegamos. Lamentablemente no pudimos disfrutar del paisaja, ya que la niebla nos lo impidió, pero puedo decir, que estuve allí al borde del abismo.
Tras, bajar, nos compramos el diploma que certifica que subiste y nos dimos una duche en el centro de visitantes.
Desde allí todavía nos quedaba un largo viaje en coche hasta Rosendal, pero mereció la pena con creces...es más, esa carretera que tomamos, atravesando Roldalsvatnet y Odda, nos condujo a los paisajes y cascadas màs espectaculares que hayamos visto nunca. Una vez llegamos a Odda,el tunel estaba en obras por lo que nos desviaron por un puerto de montaña precioso, y tras atravesarlo llegamos a nuestro hotel en Rosendal, con su embarcadero privado y unas vistas impresionantes al fiordo.
Al día siguiente nos dirigimos a Bergen, ciudad universitaria por excelencia, y un lugar donde
disfrutamos de unas vistas increibles tras subir en Floibana hasta el mirador que hay en una
de las colinas de la ciudad. No nos perdimos tampoco el mercado del pescado, donde degustamos
ballena, salmón cocinado de infinitas formas y cangrejo real, una de las delicatessen nordicas. Y como no, visitamos el antiguo puerto de Bergen, patrimonio de la Unesco.
Desde alli, nos fuimos hasta Flam, para poder montar en el tren más antiguo de Europa, una experiencia con sorpresa, que no os puedo desvelar, ya que sino perdería la gracia...pero sin
duda, es sorprendente. Tras bajar del tren y comer en un merendero que había allí, nos fuimos
hasta Sogndal, pudiendo ver la Stavkirche o iglesia vikinga, màs famosa, e impresionante, y tras atravesar el túnel de Laerdal (el mas largo del mundo)llegamos al hermoso pueblecito de Songdal. Al día siguiente teníamos previsto un día muy completo, lleno de experiencias únicas.
Quedamos con nuestro guía Carlos, para hacer un kayaking, por el lago de Jostedalsbreen, hasta
llegar a una de las lenguas del glaciar. Allí hicimos un trekking con crampones por el glaciar, comimos allí, atravesamos cuevas de hielo, y caminamos hasta la tarde disfrutando de esa nueva experiencia.
Tras dormir nuevamente en Songdal, iniciamos nuestra ruta hasta Geirangerfjord, uno de los lugares mas preciosos del mundo. Desde el barco vimos las cascadas mas famosas de Noruega: las 7 hermanas, el velo de la novia y el pretendiente. Allí en Geiranger disfrutamos de las mas hermosas imagenes del sol de media noche, hicimos una excursión hasta Una cascada que habia camino del Dalsniba y subimos hasta el mirador de las águilas, hasta llegar al la famosa Trollstigen o carretera de los trolls.Es un lugar digno de ver, ya que las curvas de la carretera, unidas a la inclinación y a las magnificas vistas del fiordo, hacen de este lugar algo increible.
Tras visitar todos estos lugares de infinita belleza, pasamos por Alasund, Molde y vimos las famosa carretera del atlantico. Desde allí tomamos un vuelo a Oslo para visitar, la hermosa capital de Noruega, con sus calles tranquilas, y peatonales, su catedral, puerto, el museo de los premios nobel, y su fiordo.
Para mí, este fue el viaje de mi vida, por mucho que leais, o que os contemos los que lo conocemos, no hay nada tan precioso como aquello, en el mundo...esa paz, ese silencio, y el sol de media noche, hace que no quieras dejar de ver aquel paraiso de cuento de hadas, arcoiris, montañas y glaciares, que siemore llevaré en mi recuerdo.

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